Soñé que sólo había perros en todas partes y tenía que saber con urgencia si yo mismo también era un perro. El problema era que al comunicarme con los perros –y teniendo implícito, por lo mismo, que yo era efectivamente otro perro- no quería darme cuenta porque si me daba cuenta dejaba de ser perro y no sabría el secreto de ser perro.
Anuncios
Pessoa: “si un perro comenzara a pensar como nosotros (una hipótesis imposible), ese perro sería más perfecto que los otros perros y, en consecuencia, sería muy probablemente muerto por ellos, pues lo considerarían loco”