Un día fui a decirle que la amaba.
Ella no entendió nada.
Yo me fastidié, y fui a la estación
a ver pasar el tren.
(Teilleir)
Asimismo, pero en vez de estaciones de trenes
siestas y noticiarios.
Y la mutua comprensión de la cual no se sigue nada
salvo el desglosamiento fáctico de lo imposible.
Y asi, en vez del categórico fastidio,
un leve aire de falta que acompaña
y vigila como carcelero
mordiendo despacio
como cuando los animales juegan
y no saben
qué
quieren.
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