Parece que amanecí resfriado
y abrí la ventana como un pulmón
y dije tu nombre con el nombre de algo que vi.
El peso se disuelve en despojos mañaneros y estirarse y situarte imposible,
las cosas quieren que nos hundamos en ellas como si fuéramos una misma jalea.
Estabas en alguna parte del sueño recién,
yo estaba con otra y tu estabas en un rincón.
Despierto con ganas de mear y sigo durmiendo,
Oigo el trajín de la cocina,
me tumbo hacia el otro lado.
Pensar en ti es un elefante de espaldas que no quiere pararse,
es levitar sobre aceite usado,
es sed a las cinco de la mañana,
o un paisaje de ventana de bus corriendo lento,
desmenuzar polillas,
metal devorando carne que especula,
Dios en pantuflas al lado de mi cama con miedo,
hacerle cariño a un pájaro en caída libre,
quietud que orada tu tumba en mí,
o sea el amor cuando no pienso en el amor,
orarle a una ampolleta.
Pensar en ti es un gol de mitad de cancha,
es tratar de empezar y tratar de terminar de pensar en ti,
abrazar mi perro-interioridad, darle migajas impredecibles,
Pensar en ti no me ayuda, pero nada me ayuda;
pensar en ti me vuelve una superficie porosa,
son agujas de indeterminación que pinchan el culo del alma,
es ayuno de ti en mi,
o ángeles carbonizados en procesión atroz por el espinazo del mundo.
Pensar en ti es agua insostenible,
es lamer una palta por dentro sin pelarla,
o una foto al hueso del silencio.
Pensar en ti deja surcos al interior de la frente.
Pensar en ti no tiene mucho que ver contigo.
(2004)
¿Ya van cinco años?
Me gusta caleta ese, de hecho, es como una película suecada de ese poem.
sacada o sueca, o sacada suecamente. está trucado eso sí. le saqué sobrantes como nos enseñó papi cosiña.
cinco años de el principio y dos del fin.