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Archive for abril 2009

Roxana Miranda, dirigenta de los deudores habitacionales fue formalizada por amenazar a la presidenta Bachelet y ya quedó en libertad. “Nadie está por sobre la ley, no se puede amenazar a la gente, menos a la presidenta”, comenta el subsecretario de gobierno (creo), dejando notar que sí hay algunos que están por sobre la ley. Y lo único que dijo la dirigenta fue que la presidenta estuviera atenta, que su cordón de seguridad estuviera más atento que nunca, porque algo iban a hacer ellos, algo indeterminado, por ejemplo, traerle un regalo o llegar disfrazados de animales. Sepamos que nuestra legislación permite eso: que la gente pueda ser formalizada por enunciados potencialmente peligrosos. Entonces digamos que ahora yo escriba aquí que hoy a la noche pretendo secuestrar a Margota y mantenerlo amarrado en el living de mi casa hasta que su personalidad se desarme y reintegre a los alumnos expulsados de ARCIS. Ambas cosas son una idiotez: tanto el que la ley persiga a gente por enunciados como el anunciar actos ilegales. Lo segundo es idiota en tanto ineficaz, sin embargo el primero es nocivo porque es una cosificación vertical que cae sobre nosotros y efectivamente la gente a veces se va presa por cosas como atentar contra el honorcito de alguien o bien por amenazas del tipo “te voy a sacar la reconchatumadre cuando te vea gil culiao”. Entonces uno se pregunta qué tipo de cosa es una amenaza. ¿Estará penalizado, por ejemplo, amenazar no de muerte sino de amenaza misma? Seria algo así como: “mañana a las 9 iré a tu casa y te amenazaré de muerte”, o peor aun: “mañana iré a tu casa y te diré que al día siguiente te voy a amenazar” Seria una amenaza de la amenaza de la amenaza. Pérez dice que la modernidad no se la puede con la complejidad y reduce todo a complicación, quizá esto sea un buen ejemplo de eso pero mezclado con la inteligencia de nuestras leyes. ¿Estará entonces comprendido al interior de la ley misma la infinitud significante de una amenaza? Les confieso ahora mismo que estoy amaestrando perros callejeros y en más menos un año y medio tendré un ejercito canino envidiable dispuesto a tomarse, apoyado por la clase trabajadora, los medios de producción y de comunicación. Pongo estos ejemplos inverosímiles para mostrar la arbitrariedad con que se designa algo como potencialmente peligroso. El punto con esto es evidenciar que siempre hay una decisión de sentido común que opera cosificadamente en ciertas leyes. Incluso discutiendo al interior de la legalidad el punto es sostenible: uno puede decir una cosa y hacer otra, uno puede decir una cosa sin estar de acuerdo consigo mismo, uno puede decir una cosa y al tratar de hacerla, fallar, de manera que no hay nada punible en los enunciados que uno pueda soltar pues, por un lado la gente que se ofende ya tiene algo ofendible en si misma y, por otra parte, si uno va a matar a alguien simplemente lo mata y no anda parloteando. Asi y todo, cuesta aplicar esta misma lógica cuando es al revés, es decir, cuando el marido ebrio amenaza a su mujer con matarla si denuncia el continuo maltrato. Por de pronto, no nos queda más que conceder, sobre todo porque en este caso puntual ya habría un historial de violencia que es rematado con una amenaza. Concedemos, sí, pero sigue siendo problemático: nada asegura que porque el tipo la ha golpeado durante un año vaya a matarla: ni las estadísticas de los casos en que sí ha ocurrido, ni la severidad confirmada por la mujer en el tono de voz de su marido. En una sociedad con trabajo libre y con mediaciones no cosificadas seria posible un apoyo directo, de la familia, de los vecinos, quienes no serian meros núcleos cerrados de autosubsistencia. Eventualmente a alguien se le pasaría la mano y molerían a palos o bien mataría el ebrio marido, pero en la generalidad se llegaría a algún arreglo pues la equivalencia entre castigo y crimen no estaría puesta a priori. Mientras tanto, podemos seguir amenazando tranquilamente, sobre todo a nuestras queridas autoridades, aquí está el argumento mínimo para ello, así que las motivaciones personales no son ni tan necesarias y, aunque Zalaquett sea un idiota, podemos usarlo sólo de medio, de materia prima, para invocar a la complejidad de la amenaza como deporte crítico ojala constante.

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Cada vez que abro el closet se caen los audífonos al suelo y los vuelvo a poner donde mismo. Esta vez los he dejado en el suelo a la espera de otro lugar mejor. Pero los he vuelto a poner donde mismo. Acabamos de pasar de Hegel al partido del Colo con Sport Recife. Sacando cuentas, los últimos cinco partidos que he visto, en la tele o presencialmente, ha terminado perdiendo el equipo en cuestión. De la clase de Hegel de hoy rescato lo que quedó en la superficie mental post cervezas: 1) la organicidad como autofinalidad y tensión sin partes: un tender a hacerse otro de sí en el cual el todo se experimenta (enteramente) en sus partes. Y Spinoza y que a las partes les duele no ser el todo. Y la lucha de las autoconciencias contrapuestas: todas aspirando al reconocimiento, que las reconozcan como el todo. Entonces la subjetividad, la guerra, la cultura, el arte. Se parece a un best seller de Neale Donald Walsch, Conversaciones con Dios, en el cual supuestamente sostenía un suculento dialogo con dios y éste le decía que bueno, que el truco de todo esto es que éramos dios experimentándose a si mismo en la fragmentación, que no le había quedado otra pues experimentarse a sí mismo sólo desde sí era una cosa bastante aburrida y fenomenologicamente poco rendidora. Y 2) Sospechar del a veces patudo sentido común hegeliano con que a veces uno anda rellenando las cosas. Quedan dos opciones: o me hago de más influencias filosóficas o bien hago un uso de Carlos Pérez tal como el lo hace de Marx y Hegel. Uno tiene sus teorías y si no calzan con Pérez, peor para Pérez. ¿Pero uno tiene sus teorías? Me sé medio parapetado en Pérez. Algo habrá que hacer con eso. Del partido del Colo en cambio, nada rescatable: trataba de explicarle a Chester que de algún modo esto funciona como un pololeo, yo estoy con mi Curicó querido y ver al Colo no me produce nada. La época gloriosa de Matías Fernández y Valdivia ya pasó.

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Mantengo la pieza muy ordenada. No sé que sea. Quizá las pocas clases. Quizá la dificultad de mantener en orden todo lo otro. Me echo en la cama a ver fútbol español. Cuento la plata que me queda y la separo mentalmente en comida y metro. En vez de tomar once en la u será mejor llevar un pan. Voy al super entonces. Paso donde la Natalia, lanzo una piedrita y no contesta. Siempre pienso que alguien podría pensar que soy un ladrón que anda tazando si está ocupado o desocupado el lugar. Por eso, aunque no tenga saldo, suelo hacer como que estoy llamando por celular. En el super un anciano vestido con suspensores anda divagando sólo, la mujer que pesa el pan me dice que todos los días es lo mismo, que hay que decirle que sí no más. A propósito me demoro en escoger pan: el anciano recorre todas las cajas, saca canastos de algunos y los pone en otras. Si me hubiera quedado más tiempo podría haber comprobado si lo hace bajo alguna secuencia o si actúa al azar.

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Con cinco mil pesos robados a Julio almuerzo en el Cantábrico, aquí al lado, solo para ver el partido de Curicó con la Universidad de chile. En el entretiempo pido un café que me es negado: no hay hervidor. Además, me dicen, debo desocupar la mesa porque mucha gente espera a almorzar. Con tono comprensivo (ya que he visto que la jefa le ha dicho que me ponga al tanto) le digo a la mesera que podrían haberme avisado antes, asi comía más lento o simplemente lo veía en otra parte. Termino viéndolo en la barra interrumpido por rápidas y gorditas meseras que se mueven paqueadas por la jefa que de tanto en tanto me mira como diciendo y este gueon qué cresta hace aquí. Curico pierde tres a uno.

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“Se alza, pues, este telón sobre lo interior y lo presente es el acto por el que lo interior mira lo interior; la contemplación del homónimo no diferenciado que se repele a sí mismo se pone como lo interior diferenciado, pero para lo cual es igualmente inmediata la no diferenciabilidad de ambos términos, la autoconciencia. Y se ve que detrás del llamado telón, que debe cubrir el interior, no hay nada que ver, a menos que penetremos nosotros mismos tras él, tanto para ver, como para que haya detrás algo que pueda ser visto”

(G. W. F. Hegel, Fenomenologia del espíritu)

Entonces no hay nada que ver, no hay torta, ni dulces, ni adornos, ni siquiera cumpleaños, a menos que seamos nosotros mismos quienes nos desdoblemos y nos pongamos en el centro. Pueden o no traer regalo. Queda, eso si, prohibido cualquier conato de cantar cumpleaños feliz o de poner como centro de la reunión a quien escribe. Lleguen como a las 9, es decir, como a las 10. Ya saben donde es y mi cel y todo.

Besitos amigos, los quiero mucho.

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tele

1
Pasando canales me topo con un sugerente videoclip, el tema es de My chemical romance y se llama Desolation row. Unos cabritos muy bonitos afeados correctamente sobre el escenario incitan a que los también mononitos pankis que bailan abajo dejen la cagada. Eventualmente entra la fuerza policial y el video transcurre en las escaramuzas de palos y patadas: una violencia inverosímil y despolitizada, un escenario absurdo que le sacaría una sonrisa a cualquiera. ¿Cómo es que esta guea vende? ¿Será mera idiotez gringa o habrá detrás ciertos infiltrados precarizadores de la violencia pagados por la CIA?

2
En los Altazor, un zoom a una imagen de la cara de Gonzalo rojas de perfil. Nunca le había visto más cara de lagarto.

3
Me hizo elegir entre mi posibilidad de elegir y ella (G. Egas, el dialéctico de 1810)

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Despierto con la marcha de la CUT. Medio dormido y aun acostado hago asociaciones entre CUT como central unitaria de trabajadores y CUT como cortar. Pero no llego a ninguna conclusión. Me preparo desayuno junto a Julio que ya está leyendo una fotocopia muy fome de Octavio paz. Con razón en los detectives salvajes hablaban de secuestrarlo. ¿A que poeta valdría la pena secuestrar hoy? ¿Secuestraré a alguien alguna vez yo que tanto ando elogiando los secuestros no criminales? ¿Tendrá la ANI en este mismo instante a un tipo buscando en Google a potenciales terroristas mediante tópicos como secuestro, bomba, atentado, etc? ¿Cómo será el coa de los terroristas para referirse a sus actividades? ¿Será más elegante que, por ejemplo, el de los narcotraficantes? Supongo que si mi hijo me confiesa que cuando grande pretende ser terrorista yo lo apoyaré porque intuyo que el fuego está a punto de pasar de moda.

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12 de abril

Llego del cajón. Se nota el cambio de aire. Y rápido se deja de notar. Prendo el celular y el primer llamado que recibo es de mi papá diciéndome que Curicó ha vuelto a ganar, esta vez dos a cero contra Cobreloa. El lavaplatos rebosa de oscuras aguas emergidas de las profundidades de este viejo edificio. Hago como que no he visto nada y pongo música. Ordeno lavo barro me baño y finalmente vacío el agua podrida. En eso encuentro mi pase escolar. Un buen augurio supongo. En el supermercado me encuentro a Miguel Vicuña pasmado frente a las margarinas y mantequillas, paso por detrás a punto de hablarle, de preguntarle específicamente por mi situación en ese ramo que no tiene notas, pero desisto y me quedo igualmente pasmado, tres metros màs allà, con los yogur. Creía haberme demorado lo suficiente como para no topármelo de nuevo pero ahí seguía. Incluso cuando ya estaba pagando en la caja, ahí seguía.

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la verdad absoluta de hoy

es que soy un simulacro de mi que ha salido de casa. una probabilidad viva de un cuerpo que al parecer se ha quedado durmiendo. he comprado unas paltas por hacer algo. he imprimido a macedonio fernandez por hacer algo. la deriva es la ley. estoy absoluto o sea irreferido.

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nico culiao te perdono

Julio se ha ido recién. Almorzamos gratis en Mr. Cook, el local de comida rápida y sana de este caballero que es igual a mi papá pero no es familiar directo de él sino que es pariente, hermano quizá, de su esposa. Julio se ha ido y yo he hecho mi bolso para irme en cualquier momento a Curicó. Tengo un enredo fáctico tremendo. Necesito matricularme pronto para poder hacer los tramites del pase que se me ha perdido y así no seguir gastando tanto en metro. Pero sucede que no puedo matricularme si no se soluciona un asunto de un ramo pendiente, de un profesor que no se si me ha reprobado con un dos o simplemente ha extraviado mi trabajo, todo esto el año pasado. Y la u está en paro. Entonces no sé. Quisiera hacer algo correcto hoy, es decir, tarjar algo de la larga lista de asuntos mundanos que vivo llenando y olvidando. Pero al parecer nada urge tanto. Salir estaría bien. Pero dónde. A leer al parque quizá, o al café literario de Salvador que me ha sido recomendado por Chester como el lugar perfecto para incentivarse a leer toda la tarde a través de hermosas mujeres letradas con vestidos floreados que circulan por ahí. “Si alrededor tuyo tenis pura gente leyendo, y si más encima son mujeres que se ven bien”, me decía Chester el otro día.

Es raro. Ando diciendo mucho que es raro, que es raro verse de pronto sólo en la tarde en una casa ante las infinitas opciones. Lo bueno es que sin pase todo se acota y me remito al perímetro de Plaza Italia. Nico llama, viene cerca, viene a buscar sus lentes. V me manda un mensaje pero no entiendo si está en clases o qué. Estoy en condiciones de aceptar casi cualquier propuesta que tenga que ver con estar al aire libre. Pero Nico necesita hacer hora así que pasa por aquí y jugamos unos partidos y al irse me cierra le reja en el pie pelado, encima del dedo de al lado del dedo gordo que no sé cómo se llama. Pide las disculpas correspondientes y se va. El dolor me hace saltar. Subo las escaleras maldiciendo. Entro, me saco el calcetín y aparece un horrible dedo rojo. El temor tiene siempre que ver con no saber de dónde sale la sangre. Por eso pongo el pie en el agua para estudiar el asunto: es bajo la uña, algo sucedió bajo la uña, todo explotó bajo la uña. Veo que se empieza a poner morada, aprieto con suavidad, presionando por encima, chorrea sangre por los lados, la sangre que no cae se acumula abajo y mi intuición me dice que debo hacerla escurrir un rato. El dolor me da lo mismo. Lo que me asusta es no saber qué está roto y cuánto rato tardará en repararse. Aprieto la base del dedo para cortar la circulación, pero sólo funciona mientras estoy ahí con el pie levantado, pues apenas camino hacia la pieza empieza a chorrear otra vez, así que vuelvo nuevamente al lavamanos, asumiendo todo este trajín como una inesperada manera de mantenerse ocupado, o incluso como un castigo por no haberme decidido a salir a tomar aire o, en ultima instancia, como un suceso arbitrario que aminora aun más mis opciones de desplazamiento.

19:00. Escribo con el pie en alto, apoyado en el mueble de la tele, con una mano pasando por debajo de la pierna. La uña sigue morada pero la sangre ya no chorrea sino que se ha quedado por los bordes. Creo que iré a echarme alcohol.

19:20. Ya no me parece tan anecdótico esto de la uña. No podré salir a trotar, ni jugar básquet, ni hacer caminatas erráticas, ni menos volverme caminando de la u como lo había contemplado. Además, empieza a doler y caminar así es bastante ridículo. Nico y la conchatumadre.

(…)

Estoy cagado de hambre. Comeré algo en el camino cuando me vaya a Curicó. Son algo así como las dos de la tarde y ha muerto Felipe Cruzat a la espera de su transplante de corazón. No me imagino si la familia se sentirá honrada cuando pasan las fotos del niño y cuando la periodista de turno cambia su complexión en señal de respeto. Lo seguro es que los noticarios siguen siendo un mero dispositivo de civilidad al peo. Anoche salí a comprarme un antiinflamatorio, caminar me produjo más dolor y entré a un ciber. Pasé donde la Natalia, me sirvió té desde una tetera muy bonita que ha prometido regalarme para mi cumpleaños, estuvimos hablando un rato, tampoco ha pasado mucho en dos semanas, su departamento se ve bien, la cocina no está echa un desastre, y según ella esto es reflejo de el momento que está pasando. Luego me eché en la cama, acá, sólo, escuchando el carrete del living (puros gays) pensando en darme alguna regalía, en ver alguna película. Viendo que no había muchas opciones de comida en el refri y que mi dolorosa condición merecía alguna retribución, bajé a comprarme un churrasco italiano. Como a las once de la noche llegó V y olvidé el asunto del pie.

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cajones

Saco cajones ya desvirtuados, por ejemplo uno tenia cabezas podridas de ajo, corchetes, y una carta vieja. Ordeno, recategorizo y boto basura. Ordenando uno nota que se han creado nuevas categorías que contienen a las anteriores asi que por eso es que, si ha de ser cierto que el tiempo pasa, tiene que ver con la inclusividad y no con la sucesión. Finalmente quedan cajones vacíos a los que, sin mayor sentido, vuelvo a echarle cosas de otros cajones, forzando asi una nueva categoria. Y se encuentran audífonos perdidos. Y se encuentran cuadernos y agendas de todo tipo escritas siempre hasta un 15%, con letra ordenada y clara al principio y al final con letra inentendible usando tres renglones a la vez. En los cuadernos viejos encuentro cosas como estas:

“Me dejó claro que no supe quererla y ahora en el water de la u sollozo bajito pensando en eliminar todas las cosas bonitas que nunca le dije. Yo era el mundo y ella apareció como el calentamiento global, demasiado pronto, pero justificado. Yo, en realidad, era una política internacional que no tomó ninguna medida y prefirió vivir adecuadamente en el perímetro inmediato. Pero el mundo éramos los dos. Y todo lo que yo creía que hacia no eran más que pataletas de ambientalistas locales preocupados sólo por las ballenas o sólo por los pajaritos”
(Julio del 2007)

Solo hay pies livianos y hondos para la tierra
Un sol benevolente encima
Y debajo el desastre determinado
Y maravilloso.
(Mayo 2007)

Luz cansada a la hora de las noticias
Mezcla de postes, televisores y patios encendidos
Eventualmente una casa vecina deja escapar una voz
Que interpretamos como nos da la gana:
En la fisonomía del ojo cerebro triunfa la mismidad suavizante de todo lugar
(2004)

No deseo
Nada
Que no destruya
Y ría
A la vez.
(2004)

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marzo

1
Como siempre sentí que me estaba perdiendo del 99% de la literatura al mirar todos sus libros. Pero leyendo un poema de una antología de poesía contemporánea francesa en el que se repetía una sola palabra muchas veces y en mayúscula me dije que tampoco estaba tan mal no enterarse de todo y rebotar entre dos o tres escritores.

2
Nos vamos por dentro para evitar a los colocolinos de mierda. No sé si ganaron o perdieron por la copa libertadores. Antes me interesaba cuando estaban los Matías Fernández y Alexis Sánchez. Pero ahora que no están y progresivamente me he vuelto un fiel hincha de Curicó Unido no sólo no me interesa lo que pase con culo-culo sino que se me hace imposible hinchar por ellos, incluso en situaciones como estas en que supuestamente representan al fútbol chileno, mi corazón futbolístico ya tiene dueño para toda la vida. En fin, conejeando por las calles calladas nos encontramos con los travestis de Marín, un enjambre vociferante de maniquís disfrazados de persona, unos culos erguidos como ofrendas malgastadas, o asi lo diría Lemebel quizá, a quien, por cierto, nunca he leído por iniciativa propia. Ya de vuelta noto algo que quizá siempre había sabido pero que se me ha dado como una revelación: a las una de la mañana los perros trotan con determinación, van seguros a algún lugar, pasan rápido por el lado y no hacen caso de la mano que los llama, seguramente buscando un lugar donde dormir, una actitud totalmente distinta de la actitud diurna distraída con trote también determinado pero, a fin de cuentas, más de paseo que el trote nocturno.

3
21 con 21. Una multitudinaria soledad por estos días. Camino de vuelta desde la Mariela con la sospecha de que estaré en casa sin sentirme como en casa y tendré que poner la música fuerte y sentarme a escribir. Destiendo la ropa colgada en las ventanas. Lavo dos cucharas. Pongo la consagración de la primavera para hacer caca. Leo una página y lo dejo. No estoy para leer nada.

4
Entonces uno no sabe si seguir creyendo que estar con alguien se trate de cargar con una simetría de fidelidad. Uno, en estas especificas condiciones históricas, termina con la convicción de que todas las simetrías, todas las perfecciones amorosas, son aisladas y eventuales, y todo intento por descubrir de qué se trata y prolongar es señal de que la producción de asombro ya ha cesado. Lo que no se termina de entender es cómo quiere la gente cuando quiere. A veces imagino que se puede seguir queriendo sólo por este ánimo comprensivo

5
Las horas muertas las paso durmiendo. Abajo un griterío de putas me despierta. Apago la luz para acechar. Es pelea entre mujeres sobre no sé qué diablos. Unas palomas en el borde bajo de la ventana, por el lado de afuera, duermen o descansan. Trato de alcanzar una con la mano, por la misma razón que uno toca a los perros, pero vuela hasta el otro borde. Vuelvo a mis siestas de quince minutos.

6
Dos de la mañana. Están todos en el living. Un poco de evasión. Aburre decir que a uno le aburre la gente. O como dice Tote King: “No hay nada más aburrido que un hombre que no se aburre”

7
Siento que los días están sucediendo descriptivamente, que voy encajando como el simple contorno de los sucesos, de las personas, de sus cosas, como si sólo existiera la posibilidad de decir que sí o que no y últimamente sólo digo que sí y, para bien o mal, el mundo también dice sí.

8
He pasado el día jugando pinpón, tomando café y hablando y hablando, como si en algún momento pasaran cosas, como si las cosas menos triviales pudieran desaparecer de no ser nombradas o puestas en alguna parte. Y uno se repite. Una misma anécdota se cuenta cada vez más resumida hasta que finalmente uno nota que no era necesario. Y de pronto, alrededor nuestro, una discretísima marcha que se prepara a partir. Unos gritos que dan vergüencita. Una vergüenza individual pero también histórica y global. ¡Ahora, ahora, ahoraaaa guachos!. Lamentable. Mas de 30 no eran. Sin embargo ellos creen en algo. El respeto al revolucionario promedio posiblemente no pase del respeto a quien profesa alguna religión, y quizá por eso uno se abstenga de mayores críticas, total, son pasiones. Y aunque no pienso así, aunque teorice sobre violencias más eficaces para esta época, me comporto de ese modo seguramente por pura prudencia de joven sin filiación política demostrable. Tengo serios problemas de compromiso con lo contingente. Y bueno, derivamos a roxanita y pido un café, el tercer café de la tarde, para mantenerme en pie hasta Hegel y termino embriagándome de la embriaguez de los otros. Pero han cerrado la u por la marcha. Una oposición idiota. Llegó Feli y al rato nos fuimos, caminamos de vuelta hasta nuestro barrio, nos sentamos a comer un completo por ahí, celebrando su aumento de sueldo y contrato por tres meses.

9
Desperté con dolor de guata. En la noche me comí una cebolla frita con tomate y jamón. Fuimos a la feria con V, compramos algunas cosas, íbamos a almorzar, pero me dio cagadera y nos vinimos. Comí un arroz blanco y ella se hizo una ensalada de pimentón. Luego la acompañé a su casa a buscar su bolso, tampoco tenía mucho que hacer así que la encaminé hasta su Universidad. A la vuelta me perdí, con puntadas en la guata y el frió de la cagadera bajando hasta el bajo vientre, me perdí no se cómo. Y desde una ferretería salio un tipo con overol, sus compañeros estaban fuera descansando, estiró sus brazos y mientras se sentaba con ellos dijo: “nadie me quiere por la chucha”.

10
De madrugada me puse a ver CSI Las Vegas, ya tengo las dos primeras temporadas, y por el momento no hay muchas clases, así que este año me he propuesto quedar actualizado y ser un fan de verdad de este asunto, aprenderme todas las idioteces posibles que hacen que uno sea fan de algo.

11
Almorcé tallarines con palta, la comida estandar, junto con Julio. Más tarde el partió a Radiohead y yo a la u. Imprimí un Sartre para el único ramo que tengo por el momento y aproveche a ver unas burocracias. No andaba nadie en la u. Estuve leyendo un rato en el patio, en una de las bancas de atrás que son cómodas y escondidas. Pero no llegó nadie, sólo conocidos que uno saluda con un movimiento de cabeza, así que me vine. Como a las nueve de la noche salimos a trotar con V, esta vez por la costanera, y mucho más tiempo que de costumbre, como estudia educación física la cuestión se volvió menos amateur, hicimos ejercicios previos y posteriores, y trotamos 40 minutos, que es lo que sirve, porque sólo luego de los 20 minutos uno empieza a quemar grasa. En las elongaciones finales se nos unió un perro. Para las flexiones de brazos se puso abajo mío. Así que cada vez que bajaba le pegaba un cabezazo. Luego subimos un árbol. Entonces me bañé aquí, fuimos hasta su casa y allá V se bañó. Atravesamos el gentío de cerveza y exaltación, limpios y dóciles, hasta llegar a uno de estos lugares siúticos de Lastarria de los cuales siempre me burlo. Alguna vez había que sentarse a comer allí supongo. V tenía sus ticket sodexo. Nos comimos unos sanguches vegetarianos, caros, modestos y ricos.

12
Día de clases normal. Lo único terrible es que he perdido el pase escolar en algún lapsus del fin de semana. Así que he decidido irme en metro sólo de ida y volverme caminando todos los días, sin excepción, hasta mi casa. En vez de maldecir mi suerte he preferido tomarlo como una invitación a hacer ejercicio, suponiendo que caminar 40 minutos sea una especie de ejercicio. No he entendido porqué pero, incluso antes de empezar la clase, habiendo sólo dos alumnos en sala, el profesor me ha dicho que no coma en clases. Estaba masticando un durazno, normalmente, sin alevosía, y me ha dicho que no se come en clases. Se veía tan fastidiado que preferí no hacerle ver su despropósito, porque, por ejemplo, el toma agua, todos toman agua, la botella de agua esta permitida, bien, entonces digamos que el jugo también está permitido, luego, un yogur también lo estaría, a no ser que el envase de yogur ya catalogara al contenido como comida, en tal caso habría que echar el yogur en el una botella y todo quedaría saldado, y lo mismo podría aplicarse al durazno, cosa que, en ultima instancia, nos lleva a que sí seria licito comer un durazno previamente triturado, eso si, desde una botella. No hay argumento entonces para decir que no puede comerse en clases, salvo que se apele al sonido, o a la posibilidad de manchar el cuaderno, cuestiones bastantes escolares -en su castigo, no en su ejecución-. Además, yo y otros ya hemos estado comiendo en sus clases de años pasados. Por eso era preferible dejarlo pasar: porque se veía que él no tenía ganas de perder ni yo las de ganar.

13
Raros días. Hoy sobre todo, la sensación de incompletud, de que algo faltó por hacer, de que a nadie le dije lo que debería decirle. Son las nueve de la noche y Julio lee en el comedor. Ya hemos comido, tomado nuestro café y jugado Bomberman. Y tengo una extraña ansiedad. El play no basta, el pinpón no basta, escribir sí basta.

14
Una melancolía que tiene que ver con que ella es el 60% de un molde gustativo del cual no consigo desligarme, cuestión que no sé si es halago para ella o comodidad mía de quedarme en lo mismo. Quizás sea un poco de cada cosa. ¿Habrá entonces otras variaciones del querer que anden por ahí a la espera de que uno se deshaga de sus experiencias pasadas? Yo no sabría deshacerme de nada. Me aburre la novedad novedosa. Soy pura inclusividad. Ya no se puede partir de cero, eso pienso, que uno ya es un montón de cosas y las posibilidades se cierran y por lo mismo se intensifican. Y la intensidad se diluye si uno se abre ficticiamente a las posibilidades sólo para sentirse a gusto. (…) Por ejemplo me enamoraria de una mujer que tuviera problemas universales, ya sea luterana, judía o protestante, todos sabemos que lo atractivo es cuando alguien consigue aproblemarse auténticamente por cuestiones no contingentes. ¿Qué más seductor que una mujer pensando en la negatividad como motor de la historia?

15
Esto no es nada. Todo este diario no tiene otra función que evitar los momentos muertos y crear confusiones que se vuelvan más reales que las confusiones mismas que me hacen escribir y pretender entrarle a todas las cosas de golpe cuando están mirando hacia otro lado.

16
Por la mañana me han despertado. Todo por un gasfiter, el segundo que viene en la semana, que ni siquiera ha podido solucionar el problema de las cañerías tapadas. No hay cosa peor que despertar desde afuera para adentro. Ha costado pero he terminado haciendo como que decidí despertar temprano. Desayunamos con Julio. Luego partimos donde V. Allí Julio no sólo ha fracasado en la instalación de un enchufe sino que lo ha dejado peor de lo que estaba antes. Mañana volveremos. O volverá el sólo. Y en la u la suerte no ha sido muy distinta: el dvd de la serie cosmos no ha funcionado y Pérez ha hecho un programa general de la ilustración que me ha hecho sentir que no fui al colegio. Al recreo apenas alcanza uno a comer algo y la sala de Hegel ya se ha llenado. La estrategia debe ser traer algo de la casa y comerlo en la sala. He quedado al final de la sala, cosa que nunca me había pasado. Y el pinpón al salir también ha sido un fracaso, no sé si porque andábamos distraídos o porque había una manifestación acerca de unos estudiantes que echaron arbitrariamente. Nos hemos vuelto caminando con Julio, no por la alameda que es horrible sino por calles intermedias.

17
Debería retroceder y fijarme en el momento exacto en que este diario se volvió una descripción de días. Y dejarlo así.

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